Historia

HISTORIA DE “LO PIRUCA” RESTO-BAR

“Lo Piruca” es un tradicional local comercial de Gobernador Mansilla, casi con seguridad el más antiguo, que perdura al correr del tiempo.

Inicia sus actividades a mediados de la década del cincuenta.

Las hermanas Rosa y Ester Reato abren un negocio muy particular: CONFITERÍA REATO, toda una aventura para aquella época.

En las dependencias de las hermanas Reato, los visitantes podían disfrutar de un trago refrescante o alguna comida ligera, pero por sobre todas las cosas en Mansilla se instalaba un lugar para la familia y los amigos, siendo que hasta el momento solo se registraban bares, comúnmente conocidos en la zona como boliches o “bolichos” (privativo de los caballeros).

Donde se sitúa la “Confitería Reato”, y como antecedente, había funcionado desde la década del treinta hasta principios de la década del cincuenta, el “CAFÉ 43”, propiedad del Sr. Juan Bautistala Otarán (quien fuera presidente de la Junta de Fomento de Mansilla desde el 13 de noviembre de 1934 al 6 de mayo de 1936).

El “Café 43”, constituía un verdadero centro social, donde se realizaban grandes reuniones políticas de la U.C.R.

Una exclusividad de la “Confitería Reato” era la elaboración de tortas, que decoraban con artesanal esmero y lo más osado del emprendimiento fue la producción de “Helados”.

En lo que respecta a la elaboración de helados Rosa y Ester fueron las pioneras, si bien hubo un precedente en el año 1945, un Sr. oriundo de la República Oriental del Uruguay, Gil Rumi, los fabricaba en tachos de cobre, los cuales no resultaban de lo más saludable, motivo de su fugaz existencia.

Rosa y Ester trabajaron juntas hasta la década del 60.

Ester se casa y se radica primero en Macia y posteriormente, lo hace en forma definitiva en General Galarza.

Rosa continúa con la Confitería hasta que se jubila en la década del ochenta y se retira.

Otra característica que fue adquiriendo el local, es que los jóvenes encontraban no solo un espacio para reunirse sino también para bailar, convirtiéndose en el centro de la diversión mansillense.

Muchos visitantes actuales recuerdan los “termos” distribuidos en el parral. Los jóvenes con seguridad se preguntarán que significa o a que se refieren los “termos”. Eran unos parlantes, similares en forma a un termo, que se encontraban en varios lugares, a los efectos de distribuir de mejor modo la música.

En sus comienzos la “Confitería Reato” contaba con el salón que da a la calle y hacia atrás el propio y distintivo parral, éste último, con el correr de los años fue techado.

La parte primera y original de la casa, fue construida hacia fines del 1800, en la década del 80 ó 90. La cual se conserva en excelente estado y conforma el ala derecha de Lo “Piruca” Resto-Bar. También subsiste, en el fondo del patio, una suerte de rancho a dos aguas, con techo de zinc, que oficiaba de cocina por aquel entonces…

Esta casa es una de las primeras construcciones de Mansilla, recordemos que su Fundación ha sido establecida el 21 de Enero de 1890, fecha en que el Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos le asigna el Nombre de Gobernador Mansilla a la Estación del Ferrocarril Km 73 del Ramal Tala-Gualeguay.

El edificio inicial de Lo Piruca Resto-Bar es más que centenario

Actualmente, la infraestructura ha sido sustancialmente ampliada, a los efectos de satisfacer las necesidades y demandas del momento, pero respetando el estilo y su historia. En consecuencia los cielorrasos de tejuelas, siguen luciendo, inalterados como hace más de cien años. La madera de pinotea de pisos, aberturas y otros lugares se recicló totalmente en la construcción de las sillas y mesas del restorán. Las macizas paredes asentadas en barro, siguen siendo las portadoras de miles de historias mansillenses…

Cuando Rosa Reato se retira, allá por los ochenta, continúa la “Confitería Reato”, un sobrino segundo, el Sr. Carlos Reato (Carlitos) quien trabaja un tiempo junto a su esposa Silvina Ormaechea.

Le suceden el Sr. Diego Coccoz y Delfina Monti, el Sr. Ricardo Pumini (Bejo) y su familia, así como también el Sr. Gastón Curzzio (Manzanita) y su Sra. Vanesa Coccoz.

El 23 de octubre de 2006 adquiere el negocio la familia Cabral – Latorre en Remate Público Judicial.

Después de sortear el trámite legal pertinente a la compra, el 16 de marzo de 2009 el Poder Judicial hace entrega de la propiedad a sus nuevos dueños. Dos días más tarde, el 18 de marzo, comienza la remodelación y el rescate de “Lo Piruca”.

La inauguración de Lo Piruca Resto-Bar, estaba prevista para el viernes 19 de junio de 2009, pero, quedaban detalles por ajustar y se pospuso una semana.

Finalmente, el día viernes 26 de junio de 2009, reabre sus puertas “Lo Piruca” Resto-Bar, con un éxito marcado y rotundo.

Nuevamente la historia comenzaba a echar vuelo, los recuerdos se potenciaron y lo que fue antes volvió a ser hoy…

Sin lugar a dudas, un lugar signado por una trayectoria de peso, que se fortaleció con aires e ideas nuevas, que retomó un espacio vital que no pudieron suplir otros, más allá de sus esfuerzos…

Sin dar cabida a dudas, un lugar que caló en la memoria y el corazón de la gente, tanto mansillenses como de la zona, que pasó a ser parte de sus hechos cotidianos, de sus encuentros y distracciones, de la vida misma…

Lo Piruca Resto-Bar, simple y sencillamente, sin discusión alguna, ES…


"Piruca", foto tomada en 1977. Gentileza del Sr. Héctor Kico Monti


ROSA REATO

Rosa Judita Reato, conocida como “PIRUCA”, había nacido el 19 de junio de 1924, en Gobernador Mansilla, hija de Ángel Reato (Ángelo) y Matilde Monti. Era la mayor de cuatro hermanos: Rosa, Ester, Guillermo (El Loro, que tenía un bar al costado de la casa de familia) y Ángel (Beto) quien fuera por años el farmacéutico del pueblo.

“Piruca”, como todos la llamaban, fue una mujer dedicada al trabajo y al cuidado de los suyos. De una profunda fe católica y sumamente solidaria.

Vivió consagrada a su emprendimiento, a inventar nuevos recursos en su hacer: la elaboración de helados, de tortas y toda clase de repostería.

Le apasionaba la cocina y las manualidades.

Piruca se distinguió, también, por confeccionar delicadas muñecas de paño, caracterizada por sus brazos y piernas muy largas y sus trajes muy arreglados.

Entre otros rubros que cubría: venta de artículos para repostería, objetos de oro y plata para el lucimiento personal.

Con una sonrisa permanente emplazada en su boca y en sus ojos, atendía a sus clientes y amigos con afectuosa cordialidad y gentileza.

Piruca conformaba en sí toda una institución, un personaje que había ganado el corazón de muchos, a cuyo alrededor se movía un grupo interesante de personas.

Piruca, fallece a los 76 años, el 23 de octubre del 2000.

Junto a Piruca podíamos ver otro personaje encantador y pleno de gracia: Luisita Valdés, cuyo nombre verdadero es Luisa Leonor Ceballos, nacida en Mansilla el 27 de Junio de 1924.

Luisita, trabajó junto a Piruca por muchos años, desde su juventud, y la acompaño hasta sus últimos días.

Cuando ambas se retiraron de la confitería, se las podía ver, desplazándose del brazo desde o hacia el templo. Los fines de semana, paseaban en el auto de Piruca, que conducía obviamente un chofer, y paraban en las heladerías del pueblo para agasajarse con un frío festín…

Sus sonrisas, contagiosas de una alegría sin igual, las tiñe de magia y donosura, la misma magia que conquistó a los jóvenes en su lugar, que hizo que se apropiaran de él y generaran pertenencia…

La Confitería Reato se convirtió en un lugar de encuentros, imposible de no pasar por el. Las personas se citaban diciendo: nos vemos en “LO PIRUCA”, nos encontramos en “LO PIRUCA”, de allí que el nombre fuera mutando y es el que actualmente conserva: “LO PIRUCA”




En la Foto, de izquierda a derecha: Piruca, Kico Monti y Matilde Monti de Reato (madre de Piruca). 1977. Gentileza del Sr. Héctor Kico Monti


En la Foto, de izquierda a derecha, parados: Matilde Monti, Piruca, Luisita, Orlando Tupa Monti, Pelusa Pérez, Luis Gallego Zayas, Norma Lescano, "La Negra" Firpo

abajo: niña sin identificar, Diego Coccoz, Kico Monti, Zulma Lescano, Hilda Firpo y Beto Monti.

1977. Gentileza del Sr. Héctor Kico Monti



Fragmento de la nota priodística de "Gualeguay al Día, en el sector Relatos y Vivencias de mi Viejo. Gentileza del Sr. Gustavo Gandini


A continuación se transcribe una nota periodística publicada el día 13 de abril de 2008 en el semanario "Gualeguay al Día" firmada por el Sr. Miguel E. Diorio, y que nos fuera enviada por el Sr. Gustavo Gandini de la ciudad de Gualeguay.

“En 1956, los helados en la época veraniega se disfrutaban en Gualeguay, en las fábricas locales donde eran elaborados con esmero. El Hotel Italia, con su sección Heladería, a cargo de Vittorio Moret, especialista en la fabricación, reconocida por su calidad y variedad de sus productos, Monpurgo, Loccardi, Pesich, Sánchez en su Confitería Mayo, o solamente ofrecían su mercadería en mostrador o servidas en las mesas de sus confiterías, sino que los carritos de helados recorrían a diario la ciudad, para alegría de los chicos.

En zonas rurales adquirir helados era difícil. Había que venir a Gualeguay a disfrutarlos. En Mansilla, Piruca Reatto y su hermana Ester, fabricaban helado casero, utilizando hielo.

Siempre añoraron contar con una industria de fabricar helados. Trabajaba yo en esos años en la Casa Germano, donde vendíamos productos Siam, entre ellos, las fabricadoras de helados.

Le comento a Germano la posibilidad de instalar una máquina en esa localidad, y, entusiasmado, me invitó para ir a conversar personalmente con las hermanas Reatto. Recuerdo que fuimos en el pequeño avión de tela, aterrizando en un terreno descampado de la Estación de Ferrocarril de Mansilla. Cruzando la calle nos apersonamos en el loc

al de la Confitería, conversando con las hermanas Reatto, ellas estaban muy entusiasmadas, y concretamos el negocio. No era fácil instalar la máquina ya que para hacer funcionar la fabricadora de helados, era necesario instalar un equipo electrógeno de corriente alternada trifásica de 220/380 volts.

La fabricadora conservadora de helados era usada, reparada y el motor un Kuchen de 7HP kerosenero. Al fondo de la casa se ubicó el motor, sobre una base de cemento y se llev

aron las líneas eléctricas por debajo del amplio parral que cubría el patio. La máquina se instalo en una habitación de la confitería, colocándose varias lámparas para iluminar el lugar (debajo del parral) donde se colocaron mesas destinadas a atender a los clientes que llegaban. La instalación la realizó Antonio Portel, técnico en refrigeración de la Casa Germano

. Con mucho afecto recuerdo a Don Ángelo, padre de las chicas, que si bien no creía mucho en el negocio, colaboró con nosotros. Estábamos almorzando un rico asado, preparado por Don Ángelo, y noto que me sirve vino a mi, se sirve él y a Portel no le sirvió, se lo hago notar, y me dijo, riéndose, que al mecánico no: “cuando termine la instalación, lo voy a convidad” a lo que Portel contestó: “esta bien, hasta que yo no tome vino con ustedes, no sigo el trabajo”… “ja, ja, está bien, mi amigo, me gano la partida” terminó Don Ángelo, y continuó con sus chistes. Cuando estuvo todo listo, se puso en marcha la fabricadora y entre todos, fuimos preparando

los helados. La fabricadora tenía capacidad para almacenar 6 gustos de helados en tachos refrigerados.

La “Heladería Piruca” fue un éxito, se llenaba el local, para saborear los ricos helados locales. Pocos años después, al llegar la corriente de línea, las hermanas Reatto pudieron adquirir moderna fabricadora Siam, de mayor capacidad. Con esfuerzo, voluntad y trabajo, las emprendedoras hermanas Reatto concretaron su sueño para Mansilla.”

Miguel E. Diorio


El Noviazgo

En el libro: “Mansilla una Galera Mágica” de la escritora Ercilia Grassi de Garzia, publicado en el año 1998, en la página 28 se encuentra el siguiente relato, que hace alusión a los últimos años de la década del 50, es solo un fragmento debido a su extensión.

“¿Adónde iban las parejas durante el noviazgo? No había muchos lugares para elegir,

concurrían a los bailes, a los bailables, al “Botafogo” donde pasaban películas, al bar-comedor de don Omar Flores, donde concurrían los viajantes…

Otro lugar de esparcimiento era el bar de Piruca, un local reducido donde podía beberse café, gaseosas o bebidas alcohólicas. Cuando nuestro noviazgo se afianzó y las visitas de Alejandro (Esposo de la Sra. Ercilia Grassi) se hicieron más regulares, solíamos ir a lo de Piruca, este bar ocupaba un salón grande pegado al “Botafogo”. El lugar presentaba una precaria división hecha con bastidores de lona de arpillera pintada a la cal, endurecida por las repetidas manos que le daban todos los años para blanquearla. La primera vez, fuimos acompañados por mi

compañera de pensión. Recuerdo que ocupamos una mesa cercana a esta especie de biombo fijo a modo de pared que separaba lo de Piruca del otro local, donde funcionaba un boliche, concurrido solamente por hombres, quienes tomaban su caña o ginebra, dejaban sus caballos, carro o sulky, amarrados al palenque, se ubicaban en pequeñas mesas, dispuestos a pasar un rato…”



Foto tomada el 25 de Mayo de 1907, Manzana Nº4, Av. Francisco Beiró.

Gentileza del Sr. Carlos Esteban Restaino, Historiador y memorioso del hacer mansillense.


Cuadra con tradición

Donde se encuentra ubicado Lo Piruca Resto-Bar es una cuadra que tiene historia y tradición en bares y cafés.

Observemos la foto anterior, gentileza del Sr. Carlos Esteban Restaino, investigador y memorioso de nuestro pasado mansillense, la cual fue tomada el 25 de mayo de 1907, mostrando la esquina de la actual Avenida San Martín y Av. Francisco Beiró (manzana Nº4)

La primera casa, del Sr. Luis Martí, en ella funcionaba por aquel entonces un Café-Bar-Almacén de Ramos Generales, Peluquería y Barbería. Se puede apreciar la grieta o partidura en la casa, lo cual evidencia sus años. En la actualidad la misma pertenece al Sr. Armando Marozzini y funciona una vidriería.

La segunda casa es donde se instalara el “CAFÉ 43”, de Juan Bautista Otarán (década del 30 al 50), más tarde “CONFITERÍA REATO”, de Rosa (Piruca) Reato, (década del 50) hoy actual “LO PIRUCA” Resto-Bar

Entre la segunda y la tercera casa (familia Oubel) existió (década del 20 hasta fines del 50, más precisamente hasta 1957, en que un temporal le voló el techo y finalmente, otro temporal, en 1975 lo derrumbó) “EL BOTAFOGO”, un importante salón que contaba con escenario donde se realizaban veladas bailables, concurrían compañías de teatros y orquestas destacadas de la época, y funcionaba también como cine.

El Botafogo fue propiedad del Sr. Adolfo Zimmer, a su fallecimiento se hizo cargo su viuda. Luego paso a manos de los hermanos Marisardi: Juan, Miguel y “Pencho”, quienes lo derivan al Sr. Hércules Brutti y su cuñado Lino Izaguirre.

Tradicional e históricamente, este segmento de Francisco Beiró ha sido una zona que ha contenido espacios específicos y de trayectoria, que han pintado y marcado, cada uno en su tiempo respectivo, una particular e impronta distintiva…

Rubén Darío Latorre

Colaboración en la Investigación: Noemí María Zampieri

Fuentes consultadas: Yolanda Yudit Reato, Luisa Ceballos, Aldo Monti, Rubén Zampieri, Carlos Esteban Restaino, Humberto A. Jacob “Cantos Históricos de Evocación a Mansilla” 2002.




Este es Portal de Gobernador MANSILLA.
Los invitamos a visitar sus sitios, solo es necesario hacer un clic sobre la imagen del Puente que corresponda para atravesarlo y conocer algo más de Mansilla…





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